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Familia Quadra-Salcedo Miranda

El Versolari

De Fernando

El hondero de Aramayona

 

A Jose Maria Salaverria

 

Sobre las montañas del monte Aralar

hago que la honda rapida restalle

a zaras pastores hago retemblar

al cruzar silbando las peñas el valle.

 

Es la honda que tengo de ramal de lino

hilado en la rueca de mi dulce zara

tras de la molienda triguera en molino

tras de la traida cabrera en la jara.

 

El cuero de la honda de la serrania

de un lobezno blanco que mató mi azkona

¡Zur no necesita venablo y jauria!

¡Zur es el hondero de Aramayona!

 

Utico el de Echarri, Zurixe Echalar,

Juaneco el de Arrantza y otros abertzales

suelen en la sierra de noche ajuntar

y hacemos sonada por los robledales.

 

Cuando tras el sansons seguimos la huella

y al lobato viendo restalla la honda

y el blanco sendero alumbra la estrella

y el viento nocturno susurra en la fronda.

 

En los pechos grises hundiose la lisa

y sangre bermeja corrió por la loba

murió y el hondero con fiera sonrisa

sobre el viejo roble las piezas adoba.

 

Utico de Echarri nos suele cantar

los gogor del monte, como un versolari;

Juaneco de Arrantza, Zurixe Echalar

conciertan cabriolas de espatadanzari.

 

Y Zur con el cuerno labrado de un toro

con vino de sierra, que carne sazona

como un jaun del bosque preside en el coro

que es Zur el hondero de Aramayona.

 

COMENTARIO

 

En esta obra, que estimo mucho por su sabor popular, está trazada la vida y entretenimientos de los mozos vascos, mozos agiles como cervatos y alegres como un tamboril. Por las montañas vascas, en festividad sobre todo, se dedican á la caza de liebre, lobezno y otros animales dañinos a sus ganados ó utiles para la merendola. ¡Cuantas veces he visto llegar a la puerta de mi casa solar del Valle de Salcedo á estos mozos que bajaban del alto monte trayendo una garduña, un zorro, un gato montés y demandar una recompensa á su destreza! Este cazar raposas y zorros hace a los vascos participar de su caracter, pues el estudio de la trampa y simulación de los dañinos hace aprender a gran parte del pueblo el modo de seguir una traza util y eficaz. D. Miguel de Unamuno ha tratado alguna vez de esta cualidad de estos grandes, zorros vascos poniendo a San Ignacio entre ellos; no digo que no lo fuese, pues su estirpe y parentela abundaba en secretarios, escribanos, contadores, que han sido en la Historia una de las transformaciones del famoso zorro vasco.

Pero aqui lo gracioso es que el Sr. Unamuno es una mezcla de zorro y de usoa. Lo de zorro le viene sin duda por raza materna, pues de su apellido Jugo han salido no pocos secretarios, comisarios y contadores, en tanto que la gens unamuno sólo ha dado anecdotistas y perpetuos charlatanes. D. Miguel sabe esto y procura imitar al gran zorro vasco, a San Ignacio, cuyo retrato tiene en la mesa de escribir.

Jose M.